martes, 25 de mayo de 2010

Las TIC en el 2030



Respecto a mi práctica docente en el 2030 es una cuestión que en estos momentos no tengo tiempo ni para planteármela, no sé lo que me deparará el futuro. Hoy por hoy estoy realizando este máster para formarme y ser una mejor profesora (no entro a cuestionar esto), el caso es que no se si sobreviviré a este máster o no, qué decisiones tomaré en un futuro no muy lejano, pero lo que si tengo claro es que seguiré en el mundo de la enseñanza. En cualquier caso si me tengo que imaginar dentro de 20 años impartiendo clase en un instituto, me veo rodeada de tecnología como “Alicia en el país de la tecnología” diciendo a los alumnos: ¡Buenos días chic@s¡ encender el e-book, en lugar de decir: abrir el libro de texto por la página…, utilizando pizarra digital, colgando materiales en el blog y realizando algún debate en alguna red social.
Quizás me equivoque o no, pero visto lo visto hasta ahora, y el vaivén de leyes que ha sufrido el sistema educativo español gracias a la arrogancia e intereses de los diferentes partidos políticos que se han alternado en el poder creo que no vamos a ver grandes transformaciones en el sistema educativo de aquí a veinte años, pienso que en el futuro no vamos a pasar lista a nuestros alumnos con sensores de retina; ni el profesor va a ser un ente virtual configurado como un aparato electrónico donde se puede seleccionar el tema que se va a estudiar…
Pero algo que considero fundamental y que reparemos en ello, es que constantemente se nos está diciendo que eduquemos a nuestros alumnos en valores; que les formemos como personas por ello creo que por mucha tecnología que nos rodee la figura del profesor será insustituible, es decir, no podrá ser reemplazada por un ordenador. Estamos de acuerdo que su papel ha cambiado, pues ya no somos meros transmisores de información, en esto las TIC nos han aventajado, sino que, además somos educadores y como tal el profesor debe ser un referente para el alumno que debe ver en él un espejo para bien o para mal, que guía al alumno en su aprendizaje ya sea web 2.0 o analógico.
Con todo ello me refiero a la relación profesor alumno en un aula, todos hemos tenido mejores o peores profesores a lo largo de nuestra vida pero siempre recordamos los buenos, aquellos que nos enseñaron algo nuevo; que nos tendieron la mano en momentos difíciles; que creyeron en uno, que admirábamos por cómo impartía la lección y nos hacían avanzar en nuestro aprendizaje…algo que un “ordenador” no aporta, pues no tiene calidad humana, además de que no es capaz de guiar el aprendizaje.
Cuando realicé las prácticas en el centro me encontré con una clase de 2º de E.SO que poco distaba de la mía de antaño: alumnos sentados por parejas, con perfiles fácilmente identificables: el tímido, el trabajador, el pasota o “disruptivo”, el guaperas… ¡vamos la clase de toda la vida! la única diferencia claramente identificable la encontré en el mundo que les rodea: Mp3, ordenadores, móviles de última generación…,por tanto, considero que es fundamental “ponernos las pilas” y modernizar la manera de impartir clase, y aprovecharnos de todo su mundo. Por ello debemos ayudarnos de las TIC en nuestra tarea como docentes, servirnos de ellas como instrumento de motivación. Cosa que yo espero hacer en el futuro, pues, para entonces seré una experta en esto de las TIC o al menos me defenderé (o eso espero y deseo).

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