lunes, 8 de marzo de 2010

Descripción de Nuria

Nuria Herrero,
La primera cosa que me llamó la atención de Nuria era que estaba sentada con los disruptivos (cosa que ya dice mucho de ella, o no, no lo sé). De todas formas fue muy fácil la integración en esta clase, al parecer debemos de ser todos unos disruptivos o tal vez hay una falta total de motivación, culpa de los alumnos, por supuesto, siempre. Pero hablamos de Nuria, mujer muy activa (yo no podría seguir su ritmo de vida), trabaja, estudia y aún tiene tiempo para sonreír siempre que puede y cuando no puede también. La verdad es que no sé mucho de ella, pero puedo decir que después de un cuatrimestre, de penurias y calamidades pasadas, y las que quedan por pasar, ha sido muy agradable compartir este tiempo con ella. De todas formas dice tener un primo del que se vanagloria con el móvil. Sólo me queda decir que si alguien quiere salir a bailar salsa, aquí tiene la pareja perfecta.


La primera vez que vi a Nuria yo tenía 11 años y ella 14, su rostro era tan sugerente como un delicioso helado de chocolate. Vivíamos uno enfrente del otro, pero yo siempre había vivido entre sus pies, la observaba, cuando iba a natación, a música, cuando salía con sus amigas al parque…este era nuestro, o mejor dicho, mi amor secreto.
Después ella tenía 17 y, si mis cuantas no me fallan, yo tenía 14. Mi amor no había cambiado aunque ella si lo hubiera hecho. Ya no más clases de natación, ni de música ni de nada. Ahora yo la espiaba mientras paseaba y se besaba con los chicos. Ella era una mujer que lo que deseaba era conquistar el mundo. Para mi era demasiada ambición, con una pequeña parcelita del mundo me conformaba.
Pero esto no lo descubrí hasta que ella tenía 25 y yo 22, una noticia en el periódico anunciaba que Nuria, mi vecina más amada había conseguido llegar hasta la luna, luna negra de los bandoleros, y que había decidido quedarse allí, a contemplar las estrellas y la tierra desde lo alto.

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